POR LA MEMORIA, LA VERDAD Y LA JUSTICIA

A  34 AÑOS DEL GOLPE DE ESTADO DEL 24 DE MARZO DE 1976,

                                 LAS LUCHAS SIGUEN EN PIE….

Hubo un tiempo en la historia de nuestro continente en el que fueron muchos los hombres y mujeres que se atrevieron a soñar y a luchar por una sociedad más justa, por un sistema en que la riqueza se repartiera entre los trabajadores, que somos los que la producimos.

Si miramos el mapa de las luchas latinoamericanas de los ’60 y ’70, comprobaremos su contemporaneidad en los distintos países, así como fueron idénticas las respuestas del imperialismo para sofocarlas imponiendo dictaduras cívico-militares en el Cono Sur.

Para concentrar la riqueza en pocas manos, fue necesario secuestrar,torturar,asesinar y desaparecer a toda una generación de luchadores, apropiarse de sus hijos como botín de guerra, prohibir  todo tipo de actividad política y gremial, imponer el terror en la población y apelar a la censura y a la desinformación…

Tras ocho años de la más feroz de las dictaduras, con el aparato productivo destruido, subastados los recursos naturales, contraída la nefasta Deuda Externa, destruída la educación y la salud públicas, se había agudizado la brecha entre un puñado de ricos y millones de pobres… Era la “Doctrina de la Seguridad Nacional”.

 Como un símbolo, para inaugurar el terror, el mismo 24 de marzo de 1976, en una operación conjunta de la policía tucumana y el Ejército, en un operativo nocturno, asesinan a Isauro Arancibia, Secretario Gral. del Sindicato de Docentes de Tucumán, en la pobre piecita en que dormía, al fondo del Sindicato, cuando se le hacía tarde para volver a su pueblo. Ya mostraba la dictadura lo que iba a hacer durante esos años, dejando 30.000 desaparecidos y una guerra de Malvinas que se llevó a tantos jóvenes conscriptos y que al final, fue la debacle final del gobierno militar.

Después ganamos espacio  para la Democracia. La inquebrantable lucha de los organismos de Derechos Humanos, de las Madres y Abuelas de Plaza de Mayo y de las organizaciones del campo popular,permitieron que en el 2003 se anularan las leyes de impunidad y que hoy, estén sentados en el banquillo de los acusados, todos los represores; aunque la justicia sea lenta…

NUNCA MÁS… NUNCA MÁS.